La "reina del pop" y el canadiense entran a formar parte del Salón de la Fama del Rock
200 millones de discos vendidos y 26 años de carrera son argumentos de peso para incluir a Madonna en el Salón de la Fama del Rock. A la norteamericana nadie le ha podido arrebatar el título de "reina del pop", desde que en 1983 lanzara al mercado su primer Lp. Ahora, con 49 años y tras haber sido cantante, diseñadora de ropa, actriz o directora de cine le toca el reconocimiento que se merece por su aportación a la música.
Según Joel Peresman, presidente de la fundación, "No es que hayan vendido 100 millones de discos, sino que han hecho una contribución importante al Rock". Éste es el verdadero motivo para esta nueva incorporación, a la que también se añadió Leonard Cohen (Web oficial).
El literario cantautor canadiense ha sido elegido por ser "un icono del folk rock en el movimiento de los cantautores". En palabras de Cohen "esta es una ocasión poco común para mí, es una distinción a la cuál nunca me atreví a soñar".
En esta edición, celebrada en Nueva York y a la que acudieron figuras del rock y del celuloide como Iggy Pop o Tom Hanks, se quedaron fuera de los galardones Donna Summer o los Beastie Boys. La selección de los premiados fue llevada a cabo por 600 profesionales de la música que además de Madonna y Cohen premiaron al rockero John Mellencamp, el grupo británico The Dave Clark Five y los Ventures.